“No hay cuestión más delicada a tratar, ni más peligrosa de realizar, ni más dudosa en su éxito, que la de establecerse como líder en la introducción de cambios”.
Niccolò Machiavelli.
Más allá de las modas, en este mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo, contar con un buen gobierno no es tarea fácil pero los riesgos de no tenerlo son cada vez mayores e, incluso, sus efectos pueden ser irreversibles. Hay cambios regulatorios, mayores obligaciones de cumplimiento y de transparencia, pero los avances en las tecnologías de información y la digitalización, la globalización de las empresas, los riesgos crecientes y el aumento en la velocidad de los negocios contribuyen a incrementar la presión sobre este órgano de gobierno de las compañías.
El destape internacional de casos de corrupción, conocido o no por el Consejo, pero con graves consecuencias para el mismo en muchos casos exige que los consejeros estén bien informados sobre la empresa.
Iniciamos esta semana con un tema sobre la organización y el liderazgo que se lleva en las empresas a través de las mejores prácticas y de buenas experiencias, por lo que me permito presentarles la importancia que tiene en una organización el Consejo de Administración.
Existen muchas preguntas que surgen al evaluar la incorporación de un Consejo de Administración que apoye el proceso de la toma de decisiones en la empresa.
Pero…….
¿En qué consiste?, ¿Cuáles son sus funciones?, ¿Qué ventajas ofrece?
A pesar de que esta figura del Consejo de Administración ha estado relacionada con las grandes empresas, no es patrimonio exclusivo de las mismas.
Es difícil resumir el objetivo del Consejo, pero podríamos afirmar que debe supervisar el conjunto de la compañía para orientarla hacia la creación sostenida de valor y a largo plazo.
El concepto de Gobierno Corporativo se refiere al conjunto de principios y normas que regulan el diseño, integración y funcionamiento de los órganos de gobierno de la empresa, como son los tres poderes dentro de una sociedad: los Accionistas, el Consejo de Administración y la Alta Administración. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), emitió en mayo de 1999 y revisó en 2004 sus “Principios de Gobierno Corporativo” en los que se encuentran las ideas básicas que dan forma al concepto que es utilizado por los países miembros y algunos otros en proceso de serlo.
El Consejo no es una naturaleza muerta. Juntar a los nueve mejores jugadores de béisbol, es fácil; hacerlos jugar como equipo es difícil.
¿Por qué un Consejo?
- De manera natural buscamos consejo.
- Cuando tenemos una situación difícil buscamos alguien.
- Dos cabezas piensan más que una. Esto está comprobado. Somos muy malos jueces de nosotros mismos.
- Diversos estudios lo han demostrado, la calidad de la decisión mejora si se toma entre varios.
La creación de un Consejo de Administración implica, según la legislación, el cumplimiento de una serie de requisitos formales que convierten a sus componentes en gestores y responsables de la empresa. Un Consejo Consultivo opera de manera similar a un Consejo de Administración, excepto por la ausencia de derechos y responsabilidades como Consejero establecidas tanto en la Ley General de Sociedades Mercantiles, como en la Ley del Mercado de Valores.
Para que el Consejo pueda desempeñar de forma correcta sus funciones y responsabilidades debe cumplir varios aspectos clave:
- Conocimientos.
- Independencia.
- Información.
- Poder.
- Motivación.
- Tiempo/Dedicación.
En el campo empresarial existen modelos muy estructurados como son el balance, la cuenta de resultados, el flujo de fondos y otros, menos estructurados por su carácter menos cuantitativo, como son la formulación de estrategia, la organización y gestión de las personas, la gestión de las operaciones, la gestión comercial, la gestión financiera y la relación con los distintos actores de los mercados de capitales, la innovación con lo que se puede implicar en términos de I+D y el control de todo el conjunto. El Consejo de Administración ha de asegurar que todos estos procesos fluyan correcta y eficientemente.
¿Cuál es la estructura de un Consejo?
No existe una estructura única que sirva para todos los tipos de empresas. Una estructura óptima, tanto desde el punto de vista del tamaño como de los componentes del Consejo, será aquella que atienda las variables necesarias para su buen funcionamiento.
-Número de miembros. No existe un número predefinido. En cuanto a las PYMES y empresas familiares, un Consejo formado por 4-6 miembros podría ser lo óptimo.
-Composición. En términos generales los Consejos de Administración cuentan con un Presidente, varios Consejeros y un Secretario.
¿Cómo trabaja el Director General con su Consejo?
Al menos tiene que tener interacción, tiene que cabildear, no se entiende a un Director General que no se sienta con cada uno de sus Consejeros a tomar un café cada quince días. Sobre todo para tratar asuntos relevantes.
Se trata de tener Consejos de verdad, no Consejos de papel. Las decisiones de un Consejo son más valiosas porque dos cabezas piensan más que una; las decisiones que se toman entre varios son más valiosas, son de mejor calidad. Las buenas decisiones provienen de desacuerdos, no de consenso.
Una buena decisión por lo tanto es producto de una buena discusión.
Lo interesante en ver cómo las ideas se pueden debatir y de ese debate salen mejores soluciones.
El Consejo es un equipo, no una simple agrupación de miembros.
En resumen contar con un consejo eficaz ayuda, entre otras cosas a:
- Tomar mejores decisiones.
- Llevar un mejor control en la empresa.
- Contar con mejores puntos de vista acerca de la empresa y del entorno
- Acceso a opiniones de expertos.
- Contar con opiniones de la realidad (lo que realmente está sucediendo), en el mercado, en la calle.
El Consejo de Administración puede ser clave en el liderazgo de la empresa, en el estímulo de una sólida estrategia, en conseguir una óptima creación de valor, en tratar a los empleados con la dignidad que merecen las personas, en desarrollar en la empresa una cultura propia con valores y responsabilidad social y, sobre todo, en hacer las cosas dentro de los estándares éticos y de legalidad en todos los lugares en que opere la empresa.
“Los buenos consejos no son tomados en cuenta generalmente, pero eso no es motivo para no darlos”
Agatha Christie
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