Lo prudente es suponer que nadie tiene completa razón, ni nadie deja de tenerla por completo.
Herbert Spencer (1820-1903), filósofo, sociólogo y psicólogo inglés.
Desde la llegada al Gran Museo Mundo Maya en la ciudad de Mérida, Yucatán, se sintió un ambiente de cordialidad, seguridad, emoción y confianza en la organización del Tercer Debate Presidencial.
El debate se realizó el martes 12 de junio a las 21:00 hs. en el salón itinerante donde solo estuvieron los candidatos y moderadores, mientras que los invitados estuvimos viendo el debate en una parte que se llama Mayamax, preparado para 600 personas.
Entre el 31 de Mayo y el 5 de junio, el INE convocó a la ciudadanía para que formulara cuestionamientos específicos sobre los temas a debatir, dirigidos a los cuatro candidatos que buscan ganar la Presidencia de México.
Lo anterior se llevó a cabo a través de una inédita conversación en redes sociales que recabó 11,388 preguntas (10,626 de Twitter y 762 de Facebook), relacionadas con la agenda que se puso sobre la mesa en el Gran Museo Maya, la cual giró en torno a economía y desarrollo, con acentos de crecimiento económico, educación, tecnología, salud, desigualdad, pobreza y cambio climático.
Dichas preguntas se remitieron al ITESO -Universidad Jesuita de Guadalajara- y a la Universidad Veracruzana, además de las empresas Google y Facebook, quienes realizaron un análisis especializado de “escucha de redes sociales” para, con base en las conversaciones en Twitter, Facebook, Instagram y YouTube, establecer los asuntos de mayor preocupación de la ciudadanía, que fueron los que respondieron los candidatos.
El gran reto qué hay de los políticos en un debate es su primera intervención, porque es como una telenovela, si no te entretiene le cambias a un partido de fútbol o algo más.
Lo que sí logra afectar a los aspirantes dentro de un debate son los errores, pues es lo que la ciudadanía puede recordar más. El error es lo que más cuesta. Es como los porteros: se notan más sus errores que sus aciertos, es de lo que se tienen que cuidar más los aspirantes. Un error si te puede marcar un tropiezo o baja en las preferencias electorales. El impacto de un debate en la preferencia electoral es mínimo, sin embargo, sí puede cambiar la imagen de los candidatos o resultar definitorio en algunos casos.
Con 146 medios acreditados que involucran a 519 representantes de la prensa nacional y 53 de medios extranjeros, se dio cobertura al tercer debate, en el cual, a pesar de la temática, el INE generó expectativas en superar los altos ratings alcanzados el 22 de abril, cuando se tuvo una audiencia de 11.4 millones de personas en televisión abierta, 1.4 millones de menciones en Twitter y 4.8 millones de reproducciones en Facebook, en tanto que para el segundo debate, el 20 de mayo, se reportaron 12.6 millones de auditorio en televisión abierta, 1.2 millones de menciones en Twitter y 1.7 millones en Facebook.
En este tercer debate solo 10.7 millones de personas sintonizaron el debate. De estos, 1.6 millones vieron el debate vía Facebook, 1 millón en Periscope (twitter) y 1.4 millones de reproducciones en YouTube, mientras que el hashtag #DebateINE tuvo 2.2 millones de menciones.
El Mundial de futbol motivó dos decisiones relativas a este tercer debate: realizarlo antes de los juegos y privilegiar el uso de las redes sociales para desatar el interés de toda la población, especialmente la usuaria de las mismas, caracterizada por tener 35 años o menos.
De acuerdo con la Lista Nominal de Electores (LNE), es decir, los potenciales votantes, los menores de 34 años de edad representan 40%, es decir, 35.3 millones de mexicanos.
La Coparmex publicó un muy bien elaborado documento titulado ENCUESTA Electoral 2018, estudio de opinión que es el que tiene el marco muestral más grande y de amplia distribución nacional, entre los muchos estudios demoscópicos que se han publicado sobre los comicios del 1 de julio próximo.
Las Propuestas.
Educación
Es un problema de cómo atacar el atraso en educación que presenta nuestro país. Cómo fomentar que la base de la educación sea más sólida. Se oyen propuestas que hablan de enseñar inglés, que es necesario. En la lógica, antes de hablar inglés, las personas antes de aprender un idioma tienen que aprender las bases de la educación, tales como matemáticas, física, química, biología, literatura, historia, lógica, entre otras materias.
Salud
Cuando se escucha que van a coordinar los tres sistemas de salud del país, tal parece que no tienen idea de lo que pasa en estos tres sistemas. Lo primero, hay que tener una serie de procedimientos básicos en todas las instituciones que tengan similitudes. Lograr eficiencias en el manejo de los presupuestos de los sistemas. Controlar los gastos y saber qué se puede o qué no se puede. Hacer que los tres sistemas de salud hablen el mismo idioma, implica un esfuerzo tecnológico más complejo de lo que los candidatos plantean.
Los recursos tecnológicos
Hablaron de tener internet, antes de tener electricidad. Hablaron de tener tabletas y celulares, antes de tener trabajo. Complicado pensar en lo primero sin tener ingresos para pagar los servicios. ¿Cómo harían llegar todos esos servicios electrónicos a las personas donde su principal preocupación es tener qué comer y dónde dormir?
Las energías limpias
Sí somos menos competitivos por tener una gasolina más cara que la que se tiene en otros países. Definitivamente, se tiene que hacer algo para migrar a las energías limpias en los próximos años. Pero la solución hoy, es hacer algo con el precio de los hidrocarburos para tener precios más competitivos en otras industrias y de ahí tener una base para poder pensar en esas energías limpias.
Los Candidatos
El Bronco
Para sorpresa de muchos, el único candidato independiente en la contienda, resultó ser el más centrado, más propositivo, con imagen y personalidad madura, decidida y soluciones sencillas, prácticas o alcanzables. Como siempre, no podía faltar su peculiar forma de comunicar, lo que le permitió mencionar quizá lo más memorable de este debate: el FBI de Jaime Rodríguez: Facebook Bronco Investigation.
José Antonio Meade
El mejor discurso, el más sereno, el más estructurado. Quizá demasiado tarde, pero el candidato del PRI al fin encontró el tono competitivo que al principio de la contienda tanta falta le hizo. Tal parece que fue el más beneficiado en el formato de este tercer debate. Se le notó cómodo y sin preocupaciones.
AMLO
Creo que navegó tranquilamente en el debate. Contestó lo que le preguntaban, y su estilo de oratoria hizo que tuvieran menos tiempo para hacerle más preguntas. Hizo lo que tenía que hacer en su posición de supuesto puntero de la contienda. No cayó en las provocaciones de sus adversarios y se mostró tolerante.
Ricardo Anaya
La definición de Anaya en este debate fue el victimizarse y en segundo términos contra atacar. De propuesta nos quedó a deber. Su versión es que hay una persecución en su contra porque él siente que es el único que le puede ganar a López Obrador. También insistió en la idea de que López Obrador ha pactado con Peña Nieto.
Los moderadores
Si bien las moderaciones en este tercer debate parecieron más prudentes que en el segundo, debe mencionarse el afán protagónico de algunos. Como el caso de Carlos Puig, que en sus intervenciones parecía más candidato que moderador. Leonardo Curzio, bien en su papel , sin querer ser protagonista llevó bien la parte que le correspondía. La que me pareció mejor fue Gabriela Warketin, pues con profesionalismo y respeto le dio la oportunidad de desarrollar las ideas a los candidatos sin interrumpirlos.
¿Quién ganó?
En este debate, no creo que haya un real ganador, ya que los candidatos llegaron más preparados y sí podríamos aseverar que ganó México.
Al final de todos los debates, la gente recuerda más la parte de emoción que las mismas propuestas. Muchos nos acordaremos más de la actitud de los candidatos que de lo que propusieron.
En la historia estadística de los debates alrededor del mundo, estos solo cambian la intención de voto en un tres por ciento. Ese tres por ciento es insuficiente para que el puntero pierda la ventaja. Tendría que pasar algo insólito y contundente para que los votantes cambiaran su decisión y esto no pasó en este debate. Creo que lo único que pudiera cambiar lo que ya casi es un hecho sería una declinación, que no la veo posible. Pero como sabemos la realidad muchas veces supera a la estadística.
Espero ver las próximas encuestas donde seguramente veremos a un AMLO ganador y a todos los demás apelando al “voto útil”. Lo que pudiéramos ver es un cambio de destino de ese “voto útil” que me parece que no sería suficiente para ganarle a Andrés Manuel.
Cuando está por iniciar el mundial de fútbol en Rusia, se puede hacer una analogía con el proceso electoral: si esta elección fuera un partido de fútbol, entonces de acuerdo a las encuestas publicadas, el puntero lleva una diferencia de tres goles y sólo faltan 15 minutos para remontar el marcador. En estas condiciones nos encontramos después del último debate.
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